La vida en el campo, el aprendizaje en la naturaleza y el cariño mutuo han creado una gran familia. No importa la edad ni el origen, lo que importa son las experiencias, las ideas y las relaciones que se forjan entre personas. Agradecemos a todos los que hacen posible este proyecto y compartimos algunas de las aventuras que hemos vivido juntos.
Donde el árbol genealógico no es lo que más pesa, sino el cariño, los cuidados y las relaciones humanas. Esas relaciones que tras cada formación o convivencia hacen que de repente personas bonitas se conviertan en nuestro día a día, sin importar las distancias, porque las tenemos presentes en cada cosa que nos han dejado. Y no hablamos de cosas materiales, sino de experiencias, vivencias, ideas o habilidades para hacer nuestros días y semanas así de especiales.
Familia del bosque
Y es que como dice Gabriel, ahora somos “familia del bosque”. De esa familia, tan bonita, algunos ya no son capaces de separarse, y vuelven siempre que pueden, y algunos hasta se quedan. Y así van surgiendo más y más cositas, porque si algo tiene PugaBosque es que nos gusta unir, ¡juntar y mezclar! Mezclar edades y pasiones, y ese caldo de naturaleza, respeto y aprendizaje nos pirra. Por eso hace falta muy poquito para que la liemos parda y vayamos a donde sea o nos traigamos a quien sea para organizar algo.
Y por ello queríamos poner este artículo, para transmitir a los que nos leáis que nos gusta estar en continuo movimiento, hacer formaciones bonitas y ofrecer espacios donde convivir en familia. Pero también lo hemos hecho para dar las gracias a todos los que lo hacen posible. Porque un montón de veces, cuando vivimos momentos como los de las fotos, sentimos que son nuestros, pero también se han hecho posibles gracias a cada persona que va pasando por nuestros bosques. Ya sea a participar, a colaborar para hacer un gran equipo, o a traernos una formación tan bella, o tan brutal como las que hemos tenido la suerte de ofrecer en los últimos tiempos.
Nuestros agradecimientos
Y ahí entran agradecimientos a Gabriel, a la escuela bosque Nenea con todas sus pedazo de cracks y sus mil formaciones tanto allí como las que nos traen para estar más cerquita, a Amalgama Silvestre y a las comunidades de montes de Paraños y de Santa Mariña y a los vecinos que se vuelcan cuando hacemos equipo. Pero también a los Concellos de Mondariz y Covelo por dar facilidades desde el minuto cero, y por supuesto a nuestro bibliotecario tan molón que se entrega y se deja liar, y al conjunto de amigos que hacen que todo esto sea posible. Por todos ellos y muchos más que han estado y otros que llegarán, queríamos hacer este primer artículo.
Así que aquí estamos, para seguir aprendiendo y ofreciendo, porque nos encanta juntar familias enteras. Porque cuando a una formación puede acudir toda la familia se convierte en una fiesta de tribu de la buena, donde entre todos cuidamos de todos y aprendemos juntos. Y así pasó un montón de veces, en los que de repente las formaciones se convirtieron en convivencias que se alargaron en los días y algunos no querían volver a casa. Os iremos colgando algún artículo para contaros mucho más, pero mientras podéis disfrutar de las fotos de la galería para imaginar las mil aventuras y seguro que llegará alguna convivencia en la que podremos conocernos… ¡y quién sabe, igual un día nuestros hijos construyan columpios juntos!